Levantamos la voz
para denunciar el incesante aumento de la violencia de género, y la
intención de su ocultamiento mediante su normalización y el único
reconocimiento de la misma en su forma más insoportable, el
asesinato de mujeres por su condición de género, al parecer la
única forma de aparecer en las estadísticas.
Retrogradas leyes educativas que
promueven la segregación por sexos, olvidan la importancia de la
coeducación y la educación en igualdad.
Brutales recortes en los servicios
públicos que afectan todas las facetas de nuestras vidas:
- Expulsión de las mujeres del mercado laboral, puesto que el sector público es uno de los mayores empleadores de mujeres, son mayoría en la sanidad y en la educación, arrastrándolas a la a la temporalidad y a la precariedad.
- Eliminan o dejan bajo mínimos los servicios sociales para el cuidado de menores y personas dependientes, cargando las responsabilidades familiares únicamente sobre las mujeres.
- Imposición de tasas judiciales
- Recortes en sanidad, recortan en salud reproductiva.
- Recortes en los servicios de atención a las víctimas de violencia de género, como es la casi total eliminación de las casas de acogida.
- Recortes en la promoción de la igualdad y en la prevención de la violencia de género.
Es por ello que denunciamos los
inhumanos recortes en los servicios públicos no sólo como caldo de
cultivo para la concurrencia de otras formas de violencia, sino como
formas de violencia de género en sí mismos. Impiden la
participación de las mujeres en la vida económica y social, minando
su autonomía e independencia, empujadas de nuevo al ámbito
doméstico, lo que las sitúa en un continuo riesgo de violencia sin
opciones de salida.
Desde el Movimiento Democrático de
Mujeres, como frente plural y de unidad de acción, hacemos un
llamamiento a sumar nuestras voces en las calles en defensa de unos
servicios públicos de calidad que garanticen una vida en libertad y
libre de violencia.